elaboración de modelos de intervención para el trabajo social institucional
¿En qué consiste el modelo en
trabajo social?
El modelo dentro de
la praxis del trabajo social, es una herramienta que articula el que hacer del
trabajador social junto con el método, para lograr una modificación a micro o
macro escala del tejido social en el cual se desea intervenir, pero a su vez llega
a confundirse con la visión paradigmática de las ciencias sociales, al querer
debelar la raíces de un fenómeno social , en este sentido el objeto de estudio
del trabajo social, son los sujetos insertos en su contexto social y sus
constantes dinámicas y sinergias en sus tareas cotidianas y estas como generan
diferentes posibilidades de fenómenos de índoles, sociales, psicosociales,
familiares, socioeconómicos por mencionar algunas de ellas.
Principios y valores del trabajo
social
En este apartado
constitutivo del modelo, debemos remitirnos a los aspectos de la ética y la
moral, para luego centrarnos en los elementos de la profesión y poder
comprender la importancia de los valores y los principios en el modelo, al igual
que los postulados filosóficos de las corrientes que han influido al trabajo
social, de donde se han extraído y referenciado , a lo largo de la existencia
de la disciplina, los valores y principios del quehacer del trabajador social,
como el humanismo y sus derivaciones, positivismo, pragmatismo,
existencialismo, antropología filosófica, esto en las visiones de la concepción
de la existencia del hombre y el devenir de la vida, analizando las
concepciones del ser, que cuyas raíces ontológicas, se relacionan con la tarea
del trabajo social; partiendo de esto, debemos recurrir a la ética, que nos
ayude a identificar la dicotomía de los actos del hombre, entre el bien y el
mal, [a la ética le interesa exclusivamente el estudio de la bondad o maldad de
la conducta humana.
Ética Profesional:
La profesión puede
definirse como la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al
servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y
con la dignidad que corresponde a la persona humana. En sentido estricto, esta
palabra designa solamente carreras universitarias. En sentido amplio, abarca
también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no requieran
un título universitario. En virtud de su profesión, el sujeto ocupa una
situación que le confiere deberes y derechos especiales, como se verá:
La vocación
La elección de la
profesión debe ser completamente libre. El sujeto debe guiarse por sus propias
cualidades y circunstancias. El consejo puede servir para ampliar horizontes,
no para determinar el camino a seguir. La vocación debe entenderse aquí como la
disposición que hace el sujeto especialmente apto para una determinada
actividad profesional. Quien elige de acuerdo con su propia vocación tiene
garantizada ya la mitad de su éxito en su trabajo. En cambio, la elección de
una carrera o profesional sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, si
no, por ejemplo, exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la
familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso
Finalidad de la profesión
La finalidad del
trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para
ejercer este trabajo, está siempre
orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades especializadas
para el beneficio de la sociedad. El ingeniero contribuye a la construcción de
la ciudad. El médico contribuye a la salud pública. El abogado luchará por la
justicia de las diversas relaciones de los ciudadanos. Sin este horizonte y
finalidad, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o
simplemente, en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto. Aquí
es conveniente recordar todo o dicho acerca del trabajo, “el trabajo dignifica
al hombre, especialmente si es un trabajo creador, es un bien para la sociedad
entera.
El propio beneficio
Por su puesto, aquí
lo ideal es tomar en cuenta el agrado y utilidad de la profesión: y si no
insiste tanto en este aspecto, es porque todo el mundo se inclina por
naturaleza a la consideración de su provecho personal, gracias a su profesión.
Aquí debemos recordar el sacrificio que entrañan casi todas las profesiones: el
médico, levantándose a media noche para asistir a un paciente grave; el
ingeniero, con fuertes responsabilidades frente a la obra en construcción; el
abogado, luchando en medio de conflictos y apasionamientos humanos, tratando de
esclarecer la verdad y la justicia. La profesión, también gracias a esos mismos
trabajos, deja, al final de cuentas, una de las satisfacciones más hondas.
Capacidad del profesional
Un profesional debe
ofrecer una preparación especial en triple sentido: capacidad intelectual,
moral y física. La capacidad intelectual, consiste en el bagaje de
conocimientos que, dentro de su profesión, lo hacen apto para desarrollar
trabajos especializados. Estos conocimientos se adquieren básicamente durante
los estudios universitarios. De aquí se deduce la responsabilidad que tiene un
estudiante en este nivel académico. Pero, además, durante el ejercicio mismo de
la profesión, jamás puede dejarse a un lado la ilustración acerca de las
novedades en el terreno de la propia especialidad. Las revistas, las
conferencias y las consultas a bibliotecas y a personas de mayor experiencia,
no pueden ser extrañas a un profesional.
Los deberes profesionales
Es bueno considerar
ciertos criterios deberes típicos en todo profesional. Por ejemplo, el secreto
profesional. Es claro que el médico y el abogado, principalmente, tienen
ocasión, durante el ejercicio de su trabajo, de conocer circunstancias y datos
de la vida íntima de otras personas. El cliente confía su asunto solamente con
el fin de arreglar su situación. Y el profesional no tiene derecho, por tanto,
de divulgar esos datos, como no sea para el mismo beneficio del cliente o para evitar
graves daños a terceros. El profesional debe también propiciar la asociación de
los miembros de su especialidad.
La solidaridad es uno
de los medios más eficaces para
incrementar la calidad del nivel intelectual y moral de los asociados. En fin, al
profesional se le exige especialmente actuar de acuerdo con la moral
establecida. Por tanto, debe evitar
defender causas injustas, usar la ciencia como instrumento de crimen y del
vicio, producir artículos de mala calidad, hacer presupuestos para su exclusivo
beneficio, proporcionar falsos informes, etc. Su conducta honesta, dentro y
fuera del ejercicio de su profesión, le atraerá confianza y prestigio, lo cual
no deja de ser estímulo que lo impulsará con más presteza en el recto ejercicio
de su carrera.
Teorías generales, aplicadas,
paradigmas.
¿Qué es un paradigma?
Primeramente debemos
especificar que es un paradigma y su importancia en las ciencias sociales, así
como su implementación en las ciencias sociales, en cuyo caso, el poder
identificarlo en la estructura institucional, correlacionada con la atención al
usuario y las tareas administrativas desempeñadas, puesto que este elemento es de
suma importancia para la creación de nuestro modelo de intervención en el
trabajo social institucional. Retomando la definición de paradigma de Ezequiel
Ander-Egg, en su libro “diccionario de trabajo social”, apunta lo
siguiente; a partir de T. Kuhn, el
término comenzó a ser ampliamente utilizado en la filosofía de la ciencia y en
la metodología, aunque con problemas derivados de los diferentes alcances con
que el mismo Kuhn utilizo esta palabra. Los paradigmas, según este autor “son
relaciones científicas universalmente reconocidas que durante cierto tiempo,
proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”,
posteriormente para dar una mayor precisión al concepto, introduce la idea de
matrices disciplinarias dentro de las cuales se consideran 3 tipos de
componentes: los generacionales simbólicos, utilizadas en cada comunidad científica
y en particular por los componentes formales y fácilmente formalizables de
dicho concepto : los modelos, en su vertiente ontológica y heurística
(ontológico, estudia la particularidad de las cosas/heurístico, el estudio de
los procedimientos para resolver problemas); y los ejemplos, que aluden a las
soluciones de problemas concretos que introducen a un determinado paradigma.
[Paradigma
positivista, entiende a la sociedad como un todo orgánico integrado por el
conjunto de hombres e instituciones que se relacionan armónicamente y
normativamente para llegar al estado positivo (estado armónico, normado
jurídicamente, ordenado, racional científico), aunque antes debe de transitar
por otros dos estadios: teológico y el metafísico, es decir, mantiene una postura
evolutiva, mecánica y predeterminada de lo social dando importancia original al
contexto histórico-social que rodea a la sociedad conllevado como consecuencia
a una postura histórica. Entiende el cambio social a partir del tránsito
continua hacia ese estado positivo considerado como meta ultima. Con respecto a
la estructura de la sociedad el funcionalismo concibe la división social con
individuos y grupos sociales “normales” y otros “patológicos”, por ello los
problemas sociales son causa de los individuos, son “hechos sociales
patológicos”; y la solución a ellos radica en diagnosticarlos y darles
tratamiento, es decir, convertir los “hechos sociales patológicos” en “hechos
sociales normales”.
Paradigma clínico-individualista,
entre las teorías psicosociales que
conforman este paradigma podemos mencionar, entre otras, la fenomenología, el
interaccionismo simbólico, el método clínico de la medicina, método clínico de
la psiquiatría, teoría del psicoanálisis, teoría de análisis transaccional,
modelo de intervención en crisis, teoría del condicionamiento y las teorías cognitivas,
para este paradigma los problemas sociales no existe como tales, solo existan
problemas que se reflejan en la sociedad pero que son principalmente
intrapersonales, es decir, fundados en desviaciones de la conducta o en los
funcionamientos intra-psiquicos perturbados. Concibe los fenómenos sociales
como meras expresiones de lo que sucede en la conciencia del hombre, es decir,
da prioridad a la vida interior que a lo exterior, a lo individual que a lo
social, plantea una interdependencia de factores internos con los externos,
pero dando preminencia a los primeros.
Paradigma
Funcionalista, las teorías sociales que orientan
este paradigma entre otras, la teoría funcionalista desde la perspectiva
social, las teorías del rol, la teoría de sistemas generales, la teoría
sistemas generales, la teoría de sistemas ecológicos y la teoría conductista
de, los sistemas familiares. Por ello
dentro de este paradigma se concibe a la sociedad como una unidad funcional, es
decir como un sistema social armónico y con la adecuada congruencia interna en
el funcionamiento de las partes sociales, para con ello lograr un equilibrio de
las relaciones sociales. Es decir, un todo (sistema) donde cada parte
(subsistemas, instituciones, grupos e individuo) tienen una función y un rol
específico y determinante para el cabal funcionamiento del primero.
Paradigma
crítico, este paradigma se nutre esencialmente de la
teoría marxista y de sus sucesivas vertientes o ramas, para este paradigma la
sociedad es considerada un espacio social contradictorio, dialecticos e
históricamente determinado, dividido en clases sociales o en sectores
dominantes y subalternos. En este sentido dentro de la sociedad clasista el
motor de la historia es el enfrentamiento permanente entre las clases, como
forma para solventar sus interese y lograr sus objetivos: clases dominantes
(preservar el sistema de explotación) y clases subalternas (transformar las
estructuras socio-económicas del sistema).
Paradigma
Ecléctico, no se centra en un paradigma a un conjunto de
supuestos, sino que aborda a varias teorías, estilos, [la teoría, que se
utiliza una sola escuela del pensamiento pero añadiendo unas determinadas
técnicas de otras escuelas, según son los propósitos de la teoría principal
utilizada] (Payne, 1991), por consiguiente se pueden identificar varias formas
de eclecticismo por ejemplo:
• [Estructural, que evalúa las
circunstancias de los “sujetos” de acuerdo con varias categorías de información
seleccionado consecuentemente técnicas pertenecientes a varias teorías.
• Combinatoria, que trata de combinar
dos o más enfoques a nivel teórico y a otros niveles.
• Existencial, que sigue un conjunto
general de principios existenciales, tales como la idea de que luchando y
haciéndole frente a las dificultades de la vida se descubre los dilemas básicos
de la existencia de los sujetos; y que se utiliza cualquiera de las técnicas
disponibles para abordar estas dificultades de forma que lo que hacen los
“trabajadores sociales”, está condicionado, por un aparte, por la creencia en
los principios y por otra, por los dilemas revelados.
• Técnica, que utiliza una serie de
principios tomados de varias teorías sin establecer compromiso alguno con estas
teorías.
• Integracionistas, que identifica los
aspectos comunes de muchas teorías, defendiéndoles y utilizándolas.
• Evolucionista, que concibe la terapia
como una serie de estratos para los cuales la teoría es secundaria.
• Causal, que escoge una teoría
cualquiera en función del atractivo que ejerza sobre el trabajador social.]
(Payne, 1991).
Teorías tributarias del trabajo
social.
En este proceso de
configuración teórica, se debe de comprender adecuadamente las teorías que
sustentan al trabajo social, o algunas otras teorías que el profesionista crea
adecuadas, para “pensar en la intervención”, aquí encontramos elemento más
complejo del modelo, la configuración y la selección que compondrán nuestro
modelo, puesto que, esta teoría debe de estar bien planteada, pensada,
visualizada, para su aplicación, y no solo tomar fragmentos de algún escrito,
con la finalidad de darle cuerpo al escrito, sin ningún enfoque, puesto que
esto, llevaría a una disonancia teórico-práctica, cayendo en un círculo
repetitivo de demagogia, planteando y replanteando, el “trabajo social es….”,
“el trabajo social debe…”.
Modelos psicodinámicos
En primer lugar los
modelos psicodinámicos basados en trabajos de Freud (1974) e investigaciones de
sus seguidores (Roazen, 1979) reciben el apelativo de psicodinámicos porque la
teoría que los fundamenta sostiene que la conducta es resultado de una serie de
movimientos e interacciones que se producen en la mente de las personas y,
porque también hace hincapié en la forma en que la mente estimula a la
conducta. Dicho planteamiento hace énfasis en la importancia de la mente y,
cómo la conducta influye y son influidas por el ambiente social del sujeto.
Enfoques conductistas
En segundo lugar los
enfoques conductistas del trabajo social encuentran su respaldo en los estudios
psicológicos conductistas experimentales. Thomas (1968, 1971) en los Estados
Unidos y Jehú (1967, 1972) en el Reino Unido fueron los primeros intérpretes
importantes de la literatura psicológica del trabajo social. Por su parte
Hanson (1983) agrega que los enfoques conductistas se originaron con los años
cincuenta mediante el uso terapéutico de las teorías psicológicas básicas, las
cuales no fueron realmente usadas hasta los sesenta con motivos del ataque
frontal que recobró el trabajo social tradicional. Payne (1995), por su parte
sugiere que el trabajo social conductista está marcado por la controversia,
mayormente porque es el más positivista de los teoremas del trabajo social y ha
sido el centro del debate bajo esta perspectiva.
Teoría de crisis y teoría
causista
El tercer lugar la
teoría de crisis y la teoría centrada en la tarea (o causista) son dos modelos
del trabajo social que tienen algunos aspectos en común. Ambos proponen breves
intervenciones, las cuales pueden ampliarse y formar una serie de mayor alcance
a la distancia. Ambos modelos están estructurados de forma que las acciones se
platean de antemano y se pueden ajustar de manera progresiva. Entre el
trabajador social y la unidad de atención, existe un contrato o cualquier forma
de acuerdo explícito y se especifican asimismo aquellas circunstancias en las
que los dos intervendrán. La intervención en crisis está basada en la
psicología de la psicodinámica del ego, mientras que el trabajo causista
centrado en la tarea rechaza cualquier base específica ya sea la psicología o
sociología. Este modelo se deriva enteramente de la investigación pragmática
que surgió como consecuencia de la insatisfacción que produjo la práctica
profesional en Estados Unidos con el trabajo causista psicodinámico a largo
plazo, dando pie a que se intentara remplazar dicho trabajo por una terapia
planificada a corto plazo.
Intervención en crisis
En cuarto lugar la
intervención en crisis (Golan, 1978), concibe que toda persona, grupo u
organización atraviesa una o varias crisis a lo largo de su vida. El modelo se
centra en analizar todos aquellos incidentes peligrosos que manifiesta al
sujeto. Los incidentes peligrosos los concibe como aquellos serios problemas o
conjuntos de dificultades que desencadenan la crisis. Dichos incidentes pueden
ser previstos (el matrimonio) o imprevistos (el divorcio). Ante tales incidentes
se genera un estado gradual de vulnerabilidad en la medida de que causan daño
en la gente. Otro de los elementos de la personalidad que se ve afectado es el
equilibrio entendido como, la capacidad de las personas para ajustar las cosas
que les suceden. Cuando el equilibrio se rompe, se recurre a la forma usual de
hacer frente a los problemas, como puede ser la evasión, la tensión, el estrés
entre otros (Payne, 1995).
Teoría de sistemas
El quinto lugar la
teoría de sistemas ha tenido un gran impacto en el trabajo social desde los
años setenta y ha estado sujeta a controversia casi desde entonces.
Tradicionalmente en la disciplina se han distinguido dos modalidades de la
teoría de sistemas:
Teoría de sistemas generales
Se basa en el
análisis sociológico de Parsons de los sistemas en la sociedad (De Hoyos &
Jensen, 1985), con orígenes en el darwinismo social de Spencer (Mancoske,
1981).
Conceptos
básicos
Sistema entendido
como una entidad con límites dentro de la cual se intercambia energía física y
mental en una proporción mayor de sus propios límites, destacando el sistema
cerrado y el abierto.
Sistema
cerrado
Es aquel en el que no
existe intercambio a través de sus fronteras.
Sistema
abierto
Es aquel en que la
energía cruza sus límites por ser permeables.
Teoría de sistemas ecológica
Encuentra sus
orígenes en los planteamientos de ecológico-sistémico de Bronfenbrenner (1979)
que es el primero en proponer los estudios ecológicos a través de su
perspectiva ecológica para el desarrollo de la conducta humana.
Conceptos básicos
Concibe al ambiente
ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en
diferentes niveles en donde cada uno de esos niveles contiene al otro,
Bronfenbrenner (1979) denomina a esos niveles el microsistema, el mesosistema,
el exosistema y el macrosistema.
Microsistema
Constituye el nivel
más inmediato en el que se desarrolla el individuo corresponde al patrón de
actividades, roles y relaciones interpersonales que la persona en desarrollo
experimenta en un entorno determinado en el que participa (usualmente la
familia, la escuela, entre otros).
Mesosistema
Comprende las
interrelaciones de dos o más entornos en los
que la persona en desarrollo participa activamente (experiencias o
relaciones que tiene el niño(a) con sus compañeros de clase). Por ejemplo, para
niño(a), las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares de la
colonia; para un adulto, entre la familia, el trabajo y la vida social.
Exosistema
Lo integran contextos
más amplios que no incluyen a personas como sujeto activo, entorno que afectan
al niño(a) pero que no incluyen directamente (experiencias o relaciones con los
compañeros de clase).
Macrosistema
Lo configuran la
cultura y la subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los
individuos de su sociedad (creencias, prácticas, valores de la sociedad, clases
sociales y grupos étnicos).
El autor argumenta
que la capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las
interconexiones sociales entre ese sistema y otros, por lo tanto se requiere de
una participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación
entre ellos (Bronfenbrenner, 1979).
Teorías del rol
En sexto lugar en
relación de las teorías del rol autores como Strean (1971) y Davis (1986)
subrayan la contribución de los precursores de la sociología como Merton,
Parsons, Goffman y socio psicológicos del trabajo social como Hamilton,
Pearlman (1968) por su parte considera que el rol social es un concepto útil
para la comprensión de las relaciones sociales y de aquellos aspectos de la
personalidad que son de la incumbencia de los trabajadores sociales. Debido a
que la teoría de los roles se refiere a las interacciones de los sujetos y al
modo en que sus expectativas y reacciones se caracterizan. Pearlman (1968)
agrega que el trabajo, la familia y el rol parental/maternal son determinantes
de la personalidad y de la conducta, mostrando como la teoría tradicional del
trabajo social de preponderancia a estas instituciones sociales.
Teorías de la comunicación
En séptimo lugar las
teorías de la comunicación son ubicadas en un tipo de teoría socio psicológica
que ayuda a decidir sobre las intervenciones directas con las unidades de
atención. Esta teoría agrupa un cierto número de estudios psicológicos
particularmente desarrollados por psicólogos y terapeutas de Palo Alto,
California. Entre los que Satir (1964, 1972) es posiblemente el más conocido
por sus trabajos sobre las complejidades de la interacción humana a través del
lenguaje y en los intentos para modificar las pautas de la conducta. Asimismo
son conocidos los trabajos de antropólogos y psicológicos sociales como
Birdwhistel (1973), Scheflen (1972) y Hall (1966) que versan sobre el micro
nivel de los movimientos físicos asociados a la comunicación y también sobre
cuestiones culturales más amplias como son la territorialidad y el espacio
personal y la proxémica. Asociados a estos trabajos, se encuentran la teoría de
la programación neurolingüística (MacLean, 1986) que tiene su origen en los
minuciosos estudios de las interacciones del lenguaje llevados a cabo por los
terapeutas.
Teorías cognitivas
En octavo lugar las
teorías cognitivas las cuales tomaron gran arraigo en el Trabajo Social durante
la década de los ochenta primordialmente debido a los trabajos de Goldstein
(1981, 1984). Parten del creciente interés de la psicología y de la consejería
por los enfoques conductistas, adquiriendo más arraigo al buscar desprenderse
de las posturas psicodinámicas. La teoría cognitiva tiene que ver con la
cognición; esto es, con el pensamiento de la gente. Da por sentado que la
conducta está dirigida por el pensamiento y no por los impulsos, conflictos y
sentimientos inconscientes. Gran parte de la investigación y teoría originales
de los enfoques cognitivos han tenido como base de su desarrollo a la práctica
conductista. La teoría cognitiva haciendo alarde de un sentido utilitario,
aparta al trabajo social conductista de una perspectiva mecanicista de la
conducta y explora la capacidad de las mentes humanas para modificar y
controlar la forma en que los estímulos afectan a la conducta.
Teorías humanistas
En noveno lugar las
teorías humanistas se pueden considerar las posturas teóricas derivadas de las
corrientes del pensamiento humanista y existencialista. Estos modelos tienen en
común ideas tales como que los seres humanos intentan darle sentido al mundo en
que viven. Los trabajadores sociales humanistas tratan de ayudar a la gente a
fin de que adquiera la capacidad necesaria para poder analizarse a sí misma y
poder también analizar la significación personal que ella imprime al mundo que
percibe y le afecta, enfatizando la importancia de las interpretaciones dadas
pos las personas a su propio yo.
Puntos de vista radicales
En décimo lugar se
presentan los puntos de vista radicales del trabajo social que adquirieron
importancia en los años setenta, dieron como resultado la génesis de las
teorías radicales, con fundamento en el pensamiento marxista. Rojek (1986)
distingue tres posturas marxistas en el Trabajo Social como son la progresista,
la reproductiva y la contradictoria. En la posición progresista, el trabajo
social es un agente de cambio positivo por que conecta a la más generalizada
sociedad burguesa con representantes de los trabajadores. La posición
reproductiva, piensa que los trabajadores sociales son agentes de control de
clases que acrecientan la opresión de la clase trabajadora por las sociedades
capitalistas. Finalmente la posición contradictoria concibe a los trabajadores
sociales como agentes de control capitalista que debilitan (al menos
potencialmente) la sociedad de clases.
Posiciones construccionistas
Finalmente las
posiciones construccionistas, encuentran su máxima representación en el
construccionismo social, antecedente del interaccionismo simbólico de Mead
(1934), la Etnometodología de Granfinkel (1967), entre otros. Destacando
construccionistas como Gergen (1991), Harré (1986), Venn (1984), Walkerdine
(1984), Kitzinger (1987) y Parker (1998). En trabajo social la tesis central
que se asume desde esta postura teórica es que “el Trabajo Social es una
actividad socialmente construida”, en dicho planteamiento se considera que las
ideas, los conceptos y los recuerdos surgen en el intercambio social y se
expresan en el lenguaje y el dialogo, reflejado, todo eso en una identidad
profesional (Berger & Luckman, 1971; Payne, 1995; Kisnerman, 1998; Maldonado,
2008).
En resumen y después
del anterior recuento de posturas teóricas se puede señalar que, la teoría en
trabajo social contribuye a definir y
delimitar la conducta de las unidades de atención, los orígenes de la conducta,
los problemas sociales, en entorno social, las interacciones, el entorno
orgánico del trabajo social y la efectividad o no efectividad del trabajo
social (Beker & Hardiker, 1981). Sin embargo, en controversia se puede
mencionar que al igual que una teoría adecuadamente seleccionada puede ayudar a
identificar los aspectos antes citados, también puede distorsionar o
desorientar al profesional, debido a que cada postura o modelo teórico ofrece
ciertos alcances y límites dependiendo las condiciones del escenario en
estudio. En este sentido Loewenberg (1984) señala que los trabajadores sociales
en ocasiones incurren en la inadecuada selección de teorías, al no percatarse o
identificar los alcances de los propios modelos teóricos, eligiendo teorías muy
extensas cuando pueden utilizar algunas de alcance medio por ejemplo, utilizan
con frecuencia la teoría de sistemas (Strean, 1971) con un alcance, extenso, en
vez de alguna teoría a corto plazo como puede ser el modelo del rol social
(Hopkins, 1986) o el modelo centrado en la tarea (Reid & Eptein, 1972).
Situación que se puede remediar a partir de una adecuada revisión de
bibliografía y construcción de un marco teórico. (Acevedo, 2008)
Teorización de las praxis a
través del uso del proceso metodológico unitario particular (investigación /
sistematización).
El siguiente paso
para la configuración de nuestro propio modelo es investigar o sistematizar,
obviamente esto depende de las necesidades institucionales o departamentales,
esto con la finalidad de identificar los puntos de mejora, interpretándolos con
los elementos paradigmáticos y las teorías tributarias, entendiendo así, el por
qué y los aspectos provenientes de las problemáticas analizadas, a continuación
explicaremos el proceso de análisis que se platea, para la elaboración del
modelo.
La investigación y los aspectos
paradigmáticos de las ciencias sociales.
Para poder
identificar estas características de mejora, se inician o se realizan a partir
de los procesos de investigación, a continuación denotaremos los tipos de
investigación que se aplican dentro del trabajo social, los cuales pueden
rendir frutos idóneos, para el proceso de elaboración del modelo.
• La investigación individualizada o
familiar (estudio de caso), esta investigación es la que tiene más arraigo
dentro del que hacer del profesionista de las ciencias sociales, desde su
creación hasta la fecha la cual se sigue implementando en diferentes campos de
acción del trabajo social, como lo son, el campo de la salud, jurídico,
educación, (hospitales, penitenciarias, escuelas), este tipo de investigación,
creada por Mary E. Richmond, propuesto en social diagnosis en 1917. Que hace
alusión a los elementos tangibles e intangibles del estudio de los casos,
proporcionando los primeros pasos científicos del método de caso.
• Investigación participante, este tipo
de investigación se presenta generalmente en situaciones particulares, a nivel
de grupos, comunidad, en las que se considera perteneciente que sea la propia
población involucrada en la situación social, problema, la que proporciona la
información de las personas que pertenecen a la comunidad o grupo afectado, se
trata de una investigación a nivel meramente descriptivo y es una información
empírica tamizada por los intereses de las personas involucradas en ella.
• Investigación – acción, esta
propuesta de investigación es una alternativa frente a la investigación
tradicional o clásica por que no sigue un método o proceso prestablecido, ni es
su objetivo u obtener datos estadísticos de la población en cuanto número,
edad, sexo, nivel de estudios, ocupación.
• Investigación social clásica, la
investigación que las ciencias sociales aquella que plantea el conocimiento
desde el paradigma del descubrimiento de leyes o procesos generales en el
comportamiento social, un tanto o semejanza de las ciencias exactas que
descubren las leyes naturales que rigen el movimiento del universo físico y
natural. Esta invariablemente dentro de la variabilidad, es la que le interesa
a la ciencia, a fin de convertir en leyes científicas las leyes naturales que
rigen en el mundo social y natural para poder explicar y predecir los fenómenos
objeto de su preocupación. (Bautista, 2009).
• Investigación cualitativa, la
investigación es fundamentalmente una alternativa que permite la organización
del proceso de investigación social de forma libre e imperativa; la
investigación cualitativa se parte del análisis de la realidad en torno a un
tema o problemática seleccionada por el interés del investigador o del grupo
participante. Se trata de una observación dirigida que consigna los datos que
revela la realidad en estudio, pero además permite el contacto directo del
investigador con los sujetos de estudio y acción
• Investigación cualitativa, la
investigación es fundamentalmente una alternativa que permite la organización
del proceso de investigación social de forma libre e imperativa; la
investigación cualitativa se parte del análisis de la realidad en torno a un
tema o problemática seleccionada por el interés del investigador o del grupo
participante. Se trata de una observación dirigida que consigna los datos que
revela la realidad en estudio, pero además permite el contacto directo del
investigador con los sujetos de estudio y acción.
Creación de modelo a partir de la
investigación.
Como ya lo habíamos
planteado en el campo de las ciencias sociales, los paradigmas juegan un papel
determinante para el entendimiento de la configuración de la realidad, que
posteriormente nos servirá en la interpretación de los fenómenos sociales
analizados, es importante remarcar que el principio básico para la elaboración
al igual que el entendimiento del modelo en trabajo social, primeramente
debemos comprender que está íntimamente ligado a la investigación social, así
como el análisis de las teorías sociales, psicológicas, económicas, políticas,
antropológicas, ya existentes, las cuales nos dan una parte de la realidad
social en la cual queremos trabajar donde volvemos a encontrar la parte central
de todo objeto de estudio en las metodologías del trabajo social, tanto de
intervención como de investigación, el sujeto-objeto, o bien el objeto de
estudio, en el cual, se debe de decidir cuál será la postura sobre la cual
decidamos analizar, el fenómeno o sobre cual paradigma analizaremos el fenómeno
social, problemática social institucional, necesidad social, etc.
Modelos teóricos para la práctica
del trabajo social
El modelo dentro de
la praxis del trabajo social, es una herramienta que articula el quehacer del
trabajador social junto con el método, para lograr una modificación a micro o
macro escala del tejido social en el cual se desea intervenir, pero a su vez
llega a confundirse con la visión paradigmática de las ciencias sociales, al
querer develar la raíces de un fenómeno social, en este sentido el objeto de
estudio del trabajo social, son los sujetos insertos en su contexto social y
sus constantes dinámicas y sinergias en sus tareas cotidianas y cómo generan
diferentes posibilidades de fenómenos de índoles, sociales, psicosociales,
familiares, socioeconómicos por mencionar algunas de ellas. Vistas desde los
cuatro paradigmas de la ciencia: el Epistemológico, el estudio del
conocimiento; Axiológico, estudia la naturaleza de los valores y los juicios
valorativos; Heurístico, el estudio de los procedimientos para resolver
problemas; Ontológico, estudia la particularidad de las objetos “esencia”.
Operatividad: proceso
metodológico, curso de adecuación, instrumentos, técnicas.
Referente a este
punto en el proceso metodológico del modelo, cabe mencionar que en ellos, la
aplicación de los elementos “clásicos de la metodología del trabajo social”, no
deben de quedar excluidos del mismo, puesto que a pesar del que los métodos,
posen sus propias metodología, pueden combinarse con otros elementos de
metodológicos, de otras disciplinas, como la psicología, sociología,
antropología, filosofía, etc., puesto que, recordando que la disciplina del
trabajo social, comparte teorías con estas disciplinas, no deben de estar
exentas del recurso metodológico del trabajo social, ya que desde hace tiempo,
dentro del trabajo social, se vienen utilizando, instrumentos de investigación,
como cuestionarios, eco mapas, familiogramas, genograma, procedentes de la
sociología, antropología y después
adoptadas por la psicología en su vertiente sistémica, dinámicas grupales, de
la psicología de grupos, métodos educativos procedentes de la pedagogía,
técnicas como la entrevista, y sus derivaciones, técnicas orientativas,
educativas y terapéuticas. En este sentido, tendríamos una correlación con las
teorías tributarias del trabajo social, los aspectos paradigmáticos en los
cuales se interpreta la realidad social, al igual que el proceso de teorización
por medio de la investigación o la sistematización, cualquiera que haya sido el
caso, este proceso debe de estar en constante evaluación, y re-teorización
constante, tomando en cuenta que, a pesar de que el modelo ya pudiera estar
estructurado, este podría anquilosarse, puesto que la dinámica de las distintas
esferas sociales, están en constante sinergia, y las problemáticas que
primeramente se revisaron, pudieron haber cambiado o en su defecto haber
empeorado, de aquí la flexibilidad de los modelos para la intervención en las
problemáticas sociales, puesto que conforme se presente la necesidad o la
problemática social a tratar, el enfoque metodológico puede adaptarse, con
respecto a los resultados obtenidos.
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