elaboración de modelos de intervención para el trabajo social institucional


¿En qué consiste el modelo en trabajo social?
El modelo dentro de la praxis del trabajo social, es una herramienta que articula el que hacer del trabajador social junto con el método, para lograr una modificación a micro o macro escala del tejido social en el cual se desea intervenir, pero a su vez llega a confundirse con la visión paradigmática de las ciencias sociales, al querer debelar la raíces de un fenómeno social , en este sentido el objeto de estudio del trabajo social, son los sujetos insertos en su contexto social y sus constantes dinámicas y sinergias en sus tareas cotidianas y estas como generan diferentes posibilidades de fenómenos de índoles, sociales, psicosociales, familiares, socioeconómicos por mencionar algunas de ellas.
Principios y valores del trabajo social
En este apartado constitutivo del modelo, debemos remitirnos a los aspectos de la ética y la moral, para luego centrarnos en los elementos de la profesión y poder comprender la importancia de los valores y los principios en el modelo, al igual que los postulados filosóficos de las corrientes que han influido al trabajo social, de donde se han extraído y referenciado , a lo largo de la existencia de la disciplina, los valores y principios del quehacer del trabajador social, como el humanismo y sus derivaciones, positivismo, pragmatismo, existencialismo, antropología filosófica, esto en las visiones de la concepción de la existencia del hombre y el devenir de la vida, analizando las concepciones del ser, que cuyas raíces ontológicas, se relacionan con la tarea del trabajo social; partiendo de esto, debemos recurrir a la ética, que nos ayude a identificar la dicotomía de los actos del hombre, entre el bien y el mal, [a la ética le interesa exclusivamente el estudio de la bondad o maldad de la conducta humana.
Ética Profesional:
La profesión puede definirse como la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana. En sentido estricto, esta palabra designa solamente carreras universitarias. En sentido amplio, abarca también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no requieran un título universitario. En virtud de su profesión, el sujeto ocupa una situación que le confiere deberes y derechos especiales, como se verá:
La vocación
La elección de la profesión debe ser completamente libre. El sujeto debe guiarse por sus propias cualidades y circunstancias. El consejo puede servir para ampliar horizontes, no para determinar el camino a seguir. La vocación debe entenderse aquí como la disposición que hace el sujeto especialmente apto para una determinada actividad profesional. Quien elige de acuerdo con su propia vocación tiene garantizada ya la mitad de su éxito en su trabajo. En cambio, la elección de una carrera o profesional sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, si no, por ejemplo, exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso
Finalidad de la profesión
La finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para ejercer este trabajo, está siempre  orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades especializadas para el beneficio de la sociedad. El ingeniero contribuye a la construcción de la ciudad. El médico contribuye a la salud pública. El abogado luchará por la justicia de las diversas relaciones de los ciudadanos. Sin este horizonte y finalidad, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o simplemente, en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto. Aquí es conveniente recordar todo o dicho acerca del trabajo, “el trabajo dignifica al hombre, especialmente si es un trabajo creador, es un bien para la sociedad entera.
El propio beneficio
Por su puesto, aquí lo ideal es tomar en cuenta el agrado y utilidad de la profesión: y si no insiste tanto en este aspecto, es porque todo el mundo se inclina por naturaleza a la consideración de su provecho personal, gracias a su profesión. Aquí debemos recordar el sacrificio que entrañan casi todas las profesiones: el médico, levantándose a media noche para asistir a un paciente grave; el ingeniero, con fuertes responsabilidades frente a la obra en construcción; el abogado, luchando en medio de conflictos y apasionamientos humanos, tratando de esclarecer la verdad y la justicia. La profesión, también gracias a esos mismos trabajos, deja, al final de cuentas, una de las satisfacciones más hondas.
Capacidad del profesional
Un profesional debe ofrecer una preparación especial en triple sentido: capacidad intelectual, moral y física. La capacidad intelectual, consiste en el bagaje de conocimientos que, dentro de su profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especializados. Estos conocimientos se adquieren básicamente durante los estudios universitarios. De aquí se deduce la responsabilidad que tiene un estudiante en este nivel académico. Pero, además, durante el ejercicio mismo de la profesión, jamás puede dejarse a un lado la ilustración acerca de las novedades en el terreno de la propia especialidad. Las revistas, las conferencias y las consultas a bibliotecas y a personas de mayor experiencia, no pueden ser extrañas a un profesional.

Los deberes profesionales
Es bueno considerar ciertos criterios deberes típicos en todo profesional. Por ejemplo, el secreto profesional. Es claro que el médico y el abogado, principalmente, tienen ocasión, durante el ejercicio de su trabajo, de conocer circunstancias y datos de la vida íntima de otras personas. El cliente confía su asunto solamente con el fin de arreglar su situación. Y el profesional no tiene derecho, por tanto, de divulgar esos datos, como no sea para el mismo beneficio del cliente o para evitar graves daños a terceros. El profesional debe también propiciar la asociación de los miembros de su especialidad.
La solidaridad es uno de los  medios más eficaces para incrementar la calidad del nivel intelectual y moral de los asociados. En fin, al profesional se le exige especialmente actuar de acuerdo con la moral establecida.  Por tanto, debe evitar defender causas injustas, usar la ciencia como instrumento de crimen y del vicio, producir artículos de mala calidad, hacer presupuestos para su exclusivo beneficio, proporcionar falsos informes, etc. Su conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su profesión, le atraerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser estímulo que lo impulsará con más presteza en el recto ejercicio de su carrera.
Teorías generales, aplicadas, paradigmas.
¿Qué es un paradigma?
Primeramente debemos especificar que es un paradigma y su importancia en las ciencias sociales, así como su implementación en las ciencias sociales, en cuyo caso, el poder identificarlo en la estructura institucional, correlacionada con la atención al usuario y las tareas administrativas desempeñadas, puesto que este elemento es de suma importancia para la creación de nuestro modelo de intervención en el trabajo social institucional. Retomando la definición de paradigma de Ezequiel Ander-Egg, en su libro “diccionario de trabajo social”, apunta lo siguiente;  a partir de T. Kuhn, el término comenzó a ser ampliamente utilizado en la filosofía de la ciencia y en la metodología, aunque con problemas derivados de los diferentes alcances con que el mismo Kuhn utilizo esta palabra. Los paradigmas, según este autor “son relaciones científicas universalmente reconocidas que durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”, posteriormente para dar una mayor precisión al concepto, introduce la idea de matrices disciplinarias dentro de las cuales se consideran 3 tipos de componentes: los generacionales simbólicos, utilizadas en cada comunidad científica y en particular por los componentes formales y fácilmente formalizables de dicho concepto : los modelos, en su vertiente ontológica y heurística (ontológico, estudia la particularidad de las cosas/heurístico, el estudio de los procedimientos para resolver problemas); y los ejemplos, que aluden a las soluciones de problemas concretos que introducen a un determinado paradigma.
 [Paradigma positivista, entiende a la sociedad como un todo orgánico integrado por el conjunto de hombres e instituciones que se relacionan armónicamente y normativamente para llegar al estado positivo (estado armónico, normado jurídicamente, ordenado, racional científico), aunque antes debe de transitar por otros dos estadios: teológico y el metafísico, es decir, mantiene una postura evolutiva, mecánica y predeterminada de lo social dando importancia original al contexto histórico-social que rodea a la sociedad conllevado como consecuencia a una postura histórica. Entiende el cambio social a partir del tránsito continua hacia ese estado positivo considerado como meta ultima. Con respecto a la estructura de la sociedad el funcionalismo concibe la división social con individuos y grupos sociales “normales” y otros “patológicos”, por ello los problemas sociales son causa de los individuos, son “hechos sociales patológicos”; y la solución a ellos radica en diagnosticarlos y darles tratamiento, es decir, convertir los “hechos sociales patológicos” en “hechos sociales normales”.
 Paradigma clínico-individualista, entre las teorías  psicosociales que conforman este paradigma podemos mencionar, entre otras, la fenomenología, el interaccionismo simbólico, el método clínico de la medicina, método clínico de la psiquiatría, teoría del psicoanálisis, teoría de análisis transaccional, modelo de intervención en crisis, teoría del condicionamiento y las teorías cognitivas, para este paradigma los problemas sociales no existe como tales, solo existan problemas que se reflejan en la sociedad pero que son principalmente intrapersonales, es decir, fundados en desviaciones de la conducta o en los funcionamientos intra-psiquicos perturbados. Concibe los fenómenos sociales como meras expresiones de lo que sucede en la conciencia del hombre, es decir, da prioridad a la vida interior que a lo exterior, a lo individual que a lo social, plantea una interdependencia de factores internos con los externos, pero dando preminencia a los primeros.
Paradigma Funcionalista, las teorías sociales que orientan este paradigma entre otras, la teoría funcionalista desde la perspectiva social, las teorías del rol, la teoría de sistemas generales, la teoría sistemas generales, la teoría de sistemas ecológicos y la teoría conductista de,  los sistemas familiares. Por ello dentro de este paradigma se concibe a la sociedad como una unidad funcional, es decir como un sistema social armónico y con la adecuada congruencia interna en el funcionamiento de las partes sociales, para con ello lograr un equilibrio de las relaciones sociales. Es decir, un todo (sistema) donde cada parte (subsistemas, instituciones, grupos e individuo) tienen una función y un rol específico y determinante para el cabal funcionamiento del primero.
Paradigma crítico, este paradigma se nutre esencialmente de la teoría marxista y de sus sucesivas vertientes o ramas, para este paradigma la sociedad es considerada un espacio social contradictorio, dialecticos e históricamente determinado, dividido en clases sociales o en sectores dominantes y subalternos. En este sentido dentro de la sociedad clasista el motor de la historia es el enfrentamiento permanente entre las clases, como forma para solventar sus interese y lograr sus objetivos: clases dominantes (preservar el sistema de explotación) y clases subalternas (transformar las estructuras socio-económicas del sistema).
Paradigma Ecléctico, no se centra en un paradigma a un conjunto de supuestos, sino que aborda a varias teorías, estilos, [la teoría, que se utiliza una sola escuela del pensamiento pero añadiendo unas determinadas técnicas de otras escuelas, según son los propósitos de la teoría principal utilizada] (Payne, 1991), por consiguiente se pueden identificar varias formas de eclecticismo por ejemplo:
           [Estructural, que evalúa las circunstancias de los “sujetos” de acuerdo con varias categorías de información seleccionado consecuentemente técnicas pertenecientes a varias teorías.
           Combinatoria, que trata de combinar dos o más enfoques a nivel teórico y a otros niveles.
           Existencial, que sigue un conjunto general de principios existenciales, tales como la idea de que luchando y haciéndole frente a las dificultades de la vida se descubre los dilemas básicos de la existencia de los sujetos; y que se utiliza cualquiera de las técnicas disponibles para abordar estas dificultades de forma que lo que hacen los “trabajadores sociales”, está condicionado, por un aparte, por la creencia en los principios y por otra, por los dilemas revelados.
           Técnica, que utiliza una serie de principios tomados de varias teorías sin establecer compromiso alguno con estas teorías.
           Integracionistas, que identifica los aspectos comunes de muchas teorías, defendiéndoles y utilizándolas.
           Evolucionista, que concibe la terapia como una serie de estratos para los cuales la teoría es secundaria.
           Causal, que escoge una teoría cualquiera en función del atractivo que ejerza sobre el trabajador social.] (Payne, 1991).

Teorías tributarias del trabajo social.
En este proceso de configuración teórica, se debe de comprender adecuadamente las teorías que sustentan al trabajo social, o algunas otras teorías que el profesionista crea adecuadas, para “pensar en la intervención”, aquí encontramos elemento más complejo del modelo, la configuración y la selección que compondrán nuestro modelo, puesto que, esta teoría debe de estar bien planteada, pensada, visualizada, para su aplicación, y no solo tomar fragmentos de algún escrito, con la finalidad de darle cuerpo al escrito, sin ningún enfoque, puesto que esto, llevaría a una disonancia teórico-práctica, cayendo en un círculo repetitivo de demagogia, planteando y replanteando, el “trabajo social es….”, “el trabajo social debe…”.

Modelos psicodinámicos
En primer lugar los modelos psicodinámicos basados en trabajos de Freud (1974) e investigaciones de sus seguidores (Roazen, 1979) reciben el apelativo de psicodinámicos porque la teoría que los fundamenta sostiene que la conducta es resultado de una serie de movimientos e interacciones que se producen en la mente de las personas y, porque también hace hincapié en la forma en que la mente estimula a la conducta. Dicho planteamiento hace énfasis en la importancia de la mente y, cómo la conducta influye y son influidas por el ambiente social del sujeto.



Enfoques conductistas
En segundo lugar los enfoques conductistas del trabajo social encuentran su respaldo en los estudios psicológicos conductistas experimentales. Thomas (1968, 1971) en los Estados Unidos y Jehú (1967, 1972) en el Reino Unido fueron los primeros intérpretes importantes de la literatura psicológica del trabajo social. Por su parte Hanson (1983) agrega que los enfoques conductistas se originaron con los años cincuenta mediante el uso terapéutico de las teorías psicológicas básicas, las cuales no fueron realmente usadas hasta los sesenta con motivos del ataque frontal que recobró el trabajo social tradicional. Payne (1995), por su parte sugiere que el trabajo social conductista está marcado por la controversia, mayormente porque es el más positivista de los teoremas del trabajo social y ha sido el centro del debate bajo esta perspectiva.
Teoría de crisis y teoría causista
El tercer lugar la teoría de crisis y la teoría centrada en la tarea (o causista) son dos modelos del trabajo social que tienen algunos aspectos en común. Ambos proponen breves intervenciones, las cuales pueden ampliarse y formar una serie de mayor alcance a la distancia. Ambos modelos están estructurados de forma que las acciones se platean de antemano y se pueden ajustar de manera progresiva. Entre el trabajador social y la unidad de atención, existe un contrato o cualquier forma de acuerdo explícito y se especifican asimismo aquellas circunstancias en las que los dos intervendrán. La intervención en crisis está basada en la psicología de la psicodinámica del ego, mientras que el trabajo causista centrado en la tarea rechaza cualquier base específica ya sea la psicología o sociología. Este modelo se deriva enteramente de la investigación pragmática que surgió como consecuencia de la insatisfacción que produjo la práctica profesional en Estados Unidos con el trabajo causista psicodinámico a largo plazo, dando pie a que se intentara remplazar dicho trabajo por una terapia planificada a corto plazo.
Intervención en crisis
En cuarto lugar la intervención en crisis (Golan, 1978), concibe que toda persona, grupo u organización atraviesa una o varias crisis a lo largo de su vida. El modelo se centra en analizar todos aquellos incidentes peligrosos que manifiesta al sujeto. Los incidentes peligrosos los concibe como aquellos serios problemas o conjuntos de dificultades que desencadenan la crisis. Dichos incidentes pueden ser previstos (el matrimonio) o imprevistos (el divorcio). Ante tales incidentes se genera un estado gradual de vulnerabilidad en la medida de que causan daño en la gente. Otro de los elementos de la personalidad que se ve afectado es el equilibrio entendido como, la capacidad de las personas para ajustar las cosas que les suceden. Cuando el equilibrio se rompe, se recurre a la forma usual de hacer frente a los problemas, como puede ser la evasión, la tensión, el estrés entre otros (Payne, 1995).

Teoría de sistemas
El quinto lugar la teoría de sistemas ha tenido un gran impacto en el trabajo social desde los años setenta y ha estado sujeta a controversia casi desde entonces. Tradicionalmente en la disciplina se han distinguido dos modalidades de la teoría de sistemas:
Teoría de sistemas generales
Se basa en el análisis sociológico de Parsons de los sistemas en la sociedad (De Hoyos & Jensen, 1985), con orígenes en el darwinismo social de Spencer (Mancoske, 1981).
Conceptos básicos
Sistema entendido como una entidad con límites dentro de la cual se intercambia energía física y mental en una proporción mayor de sus propios límites, destacando el sistema cerrado y el abierto.
Sistema cerrado
Es aquel en el que no existe intercambio a través de sus fronteras.
Sistema abierto
Es aquel en que la energía cruza sus límites por ser permeables.
Teoría  de sistemas ecológica
Encuentra sus orígenes en los planteamientos de ecológico-sistémico de Bronfenbrenner (1979) que es el primero en proponer los estudios ecológicos a través de su perspectiva ecológica para el desarrollo de la conducta humana.
Conceptos básicos
Concibe al ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles en donde cada uno de esos niveles contiene al otro, Bronfenbrenner (1979) denomina a esos niveles el microsistema, el mesosistema, el exosistema y el macrosistema.
Microsistema
Constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo corresponde al patrón de actividades, roles y relaciones interpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno determinado en el que participa (usualmente la familia, la escuela, entre otros).


Mesosistema
Comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los  que la persona en desarrollo participa activamente (experiencias o relaciones que tiene el niño(a) con sus compañeros de clase). Por ejemplo, para niño(a), las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares de la colonia; para un adulto, entre la familia, el trabajo y la vida social.
Exosistema
Lo integran contextos más amplios que no incluyen a personas como sujeto activo, entorno que afectan al niño(a) pero que no incluyen directamente (experiencias o relaciones con los compañeros de clase).
Macrosistema
Lo configuran la cultura y la subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad (creencias, prácticas, valores de la sociedad, clases sociales y grupos étnicos).
El autor argumenta que la capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las interconexiones sociales entre ese sistema y otros, por lo tanto se requiere de una participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos (Bronfenbrenner, 1979).
Teorías del rol
En sexto lugar en relación de las teorías del rol autores como Strean (1971) y Davis (1986) subrayan la contribución de los precursores de la sociología como Merton, Parsons, Goffman y socio psicológicos del trabajo social como Hamilton, Pearlman (1968) por su parte considera que el rol social es un concepto útil para la comprensión de las relaciones sociales y de aquellos aspectos de la personalidad que son de la incumbencia de los trabajadores sociales. Debido a que la teoría de los roles se refiere a las interacciones de los sujetos y al modo en que sus expectativas y reacciones se caracterizan. Pearlman (1968) agrega que el trabajo, la familia y el rol parental/maternal son determinantes de la personalidad y de la conducta, mostrando como la teoría tradicional del trabajo social de preponderancia a estas instituciones sociales.
Teorías de la comunicación
En séptimo lugar las teorías de la comunicación son ubicadas en un tipo de teoría socio psicológica que ayuda a decidir sobre las intervenciones directas con las unidades de atención. Esta teoría agrupa un cierto número de estudios psicológicos particularmente desarrollados por psicólogos y terapeutas de Palo Alto, California. Entre los que Satir (1964, 1972) es posiblemente el más conocido por sus trabajos sobre las complejidades de la interacción humana a través del lenguaje y en los intentos para modificar las pautas de la conducta. Asimismo son conocidos los trabajos de antropólogos y psicológicos sociales como Birdwhistel (1973), Scheflen (1972) y Hall (1966) que versan sobre el micro nivel de los movimientos físicos asociados a la comunicación y también sobre cuestiones culturales más amplias como son la territorialidad y el espacio personal y la proxémica. Asociados a estos trabajos, se encuentran la teoría de la programación neurolingüística (MacLean, 1986) que tiene su origen en los minuciosos estudios de las interacciones del lenguaje llevados a cabo por los terapeutas.
Teorías cognitivas
En octavo lugar las teorías cognitivas las cuales tomaron gran arraigo en el Trabajo Social durante la década de los ochenta primordialmente debido a los trabajos de Goldstein (1981, 1984). Parten del creciente interés de la psicología y de la consejería por los enfoques conductistas, adquiriendo más arraigo al buscar desprenderse de las posturas psicodinámicas. La teoría cognitiva tiene que ver con la cognición; esto es, con el pensamiento de la gente. Da por sentado que la conducta está dirigida por el pensamiento y no por los impulsos, conflictos y sentimientos inconscientes. Gran parte de la investigación y teoría originales de los enfoques cognitivos han tenido como base de su desarrollo a la práctica conductista. La teoría cognitiva haciendo alarde de un sentido utilitario, aparta al trabajo social conductista de una perspectiva mecanicista de la conducta y explora la capacidad de las mentes humanas para modificar y controlar la forma en que los estímulos afectan a la conducta.
Teorías humanistas
En noveno lugar las teorías humanistas se pueden considerar las posturas teóricas derivadas de las corrientes del pensamiento humanista y existencialista. Estos modelos tienen en común ideas tales como que los seres humanos intentan darle sentido al mundo en que viven. Los trabajadores sociales humanistas tratan de ayudar a la gente a fin de que adquiera la capacidad necesaria para poder analizarse a sí misma y poder también analizar la significación personal que ella imprime al mundo que percibe y le afecta, enfatizando la importancia de las interpretaciones dadas pos las personas a su propio yo.
Puntos de vista radicales
En décimo lugar se presentan los puntos de vista radicales del trabajo social que adquirieron importancia en los años setenta, dieron como resultado la génesis de las teorías radicales, con fundamento en el pensamiento marxista. Rojek (1986) distingue tres posturas marxistas en el Trabajo Social como son la progresista, la reproductiva y la contradictoria. En la posición progresista, el trabajo social es un agente de cambio positivo por que conecta a la más generalizada sociedad burguesa con representantes de los trabajadores. La posición reproductiva, piensa que los trabajadores sociales son agentes de control de clases que acrecientan la opresión de la clase trabajadora por las sociedades capitalistas. Finalmente la posición contradictoria concibe a los trabajadores sociales como agentes de control capitalista que debilitan (al menos potencialmente) la sociedad de clases.

Posiciones construccionistas
Finalmente las posiciones construccionistas, encuentran su máxima representación en el construccionismo social, antecedente del interaccionismo simbólico de Mead (1934), la Etnometodología de Granfinkel (1967), entre otros. Destacando construccionistas como Gergen (1991), Harré (1986), Venn (1984), Walkerdine (1984), Kitzinger (1987) y Parker (1998). En trabajo social la tesis central que se asume desde esta postura teórica es que “el Trabajo Social es una actividad socialmente construida”, en dicho planteamiento se considera que las ideas, los conceptos y los recuerdos surgen en el intercambio social y se expresan en el lenguaje y el dialogo, reflejado, todo eso en una identidad profesional (Berger & Luckman, 1971; Payne, 1995; Kisnerman, 1998; Maldonado, 2008).
En resumen y después del anterior recuento de posturas teóricas se puede señalar que, la teoría en trabajo social contribuye a definir  y delimitar la conducta de las unidades de atención, los orígenes de la conducta, los problemas sociales, en entorno social, las interacciones, el entorno orgánico del trabajo social y la efectividad o no efectividad del trabajo social (Beker & Hardiker, 1981). Sin embargo, en controversia se puede mencionar que al igual que una teoría adecuadamente seleccionada puede ayudar a identificar los aspectos antes citados, también puede distorsionar o desorientar al profesional, debido a que cada postura o modelo teórico ofrece ciertos alcances y límites dependiendo las condiciones del escenario en estudio. En este sentido Loewenberg (1984) señala que los trabajadores sociales en ocasiones incurren en la inadecuada selección de teorías, al no percatarse o identificar los alcances de los propios modelos teóricos, eligiendo teorías muy extensas cuando pueden utilizar algunas de alcance medio por ejemplo, utilizan con frecuencia la teoría de sistemas (Strean, 1971) con un alcance, extenso, en vez de alguna teoría a corto plazo como puede ser el modelo del rol social (Hopkins, 1986) o el modelo centrado en la tarea (Reid & Eptein, 1972). Situación que se puede remediar a partir de una adecuada revisión de bibliografía y construcción de un marco teórico. (Acevedo, 2008)
Teorización de las praxis a través del uso del proceso metodológico unitario particular (investigación / sistematización).
El siguiente paso para la configuración de nuestro propio modelo es investigar o sistematizar, obviamente esto depende de las necesidades institucionales o departamentales, esto con la finalidad de identificar los puntos de mejora, interpretándolos con los elementos paradigmáticos y las teorías tributarias, entendiendo así, el por qué y los aspectos provenientes de las problemáticas analizadas, a continuación explicaremos el proceso de análisis que se platea, para la elaboración del modelo.



La investigación y los aspectos paradigmáticos de las ciencias sociales.
Para poder identificar estas características de mejora, se inician o se realizan a partir de los procesos de investigación, a continuación denotaremos los tipos de investigación que se aplican dentro del trabajo social, los cuales pueden rendir frutos idóneos, para el proceso de elaboración del modelo.
           La investigación individualizada o familiar (estudio de caso), esta investigación es la que tiene más arraigo dentro del que hacer del profesionista de las ciencias sociales, desde su creación hasta la fecha la cual se sigue implementando en diferentes campos de acción del trabajo social, como lo son, el campo de la salud, jurídico, educación, (hospitales, penitenciarias, escuelas), este tipo de investigación, creada por Mary E. Richmond, propuesto en social diagnosis en 1917. Que hace alusión a los elementos tangibles e intangibles del estudio de los casos, proporcionando los primeros pasos científicos del método de caso.
           Investigación participante, este tipo de investigación se presenta generalmente en situaciones particulares, a nivel de grupos, comunidad, en las que se considera perteneciente que sea la propia población involucrada en la situación social, problema, la que proporciona la información de las personas que pertenecen a la comunidad o grupo afectado, se trata de una investigación a nivel meramente descriptivo y es una información empírica tamizada por los intereses de las personas involucradas en ella.

           Investigación – acción, esta propuesta de investigación es una alternativa frente a la investigación tradicional o clásica por que no sigue un método o proceso prestablecido, ni es su objetivo u obtener datos estadísticos de la población en cuanto número, edad, sexo, nivel de estudios, ocupación.
           Investigación social clásica, la investigación que las ciencias sociales aquella que plantea el conocimiento desde el paradigma del descubrimiento de leyes o procesos generales en el comportamiento social, un tanto o semejanza de las ciencias exactas que descubren las leyes naturales que rigen el movimiento del universo físico y natural. Esta invariablemente dentro de la variabilidad, es la que le interesa a la ciencia, a fin de convertir en leyes científicas las leyes naturales que rigen en el mundo social y natural para poder explicar y predecir los fenómenos objeto de su preocupación. (Bautista, 2009).
           Investigación cualitativa, la investigación es fundamentalmente una alternativa que permite la organización del proceso de investigación social de forma libre e imperativa; la investigación cualitativa se parte del análisis de la realidad en torno a un tema o problemática seleccionada por el interés del investigador o del grupo participante. Se trata de una observación dirigida que consigna los datos que revela la realidad en estudio, pero además permite el contacto directo del investigador con los sujetos de estudio y acción
           Investigación cualitativa, la investigación es fundamentalmente una alternativa que permite la organización del proceso de investigación social de forma libre e imperativa; la investigación cualitativa se parte del análisis de la realidad en torno a un tema o problemática seleccionada por el interés del investigador o del grupo participante. Se trata de una observación dirigida que consigna los datos que revela la realidad en estudio, pero además permite el contacto directo del investigador con los sujetos de estudio y acción.
Creación de modelo a partir de la investigación.
Como ya lo habíamos planteado en el campo de las ciencias sociales, los paradigmas juegan un papel determinante para el entendimiento de la configuración de la realidad, que posteriormente nos servirá en la interpretación de los fenómenos sociales analizados, es importante remarcar que el principio básico para la elaboración al igual que el entendimiento del modelo en trabajo social, primeramente debemos comprender que está íntimamente ligado a la investigación social, así como el análisis de las teorías sociales, psicológicas, económicas, políticas, antropológicas, ya existentes, las cuales nos dan una parte de la realidad social en la cual queremos trabajar donde volvemos a encontrar la parte central de todo objeto de estudio en las metodologías del trabajo social, tanto de intervención como de investigación, el sujeto-objeto, o bien el objeto de estudio, en el cual, se debe de decidir cuál será la postura sobre la cual decidamos analizar, el fenómeno o sobre cual paradigma analizaremos el fenómeno social, problemática social institucional, necesidad social, etc.

Modelos teóricos para la práctica del trabajo social
El modelo dentro de la praxis del trabajo social, es una herramienta que articula el quehacer del trabajador social junto con el método, para lograr una modificación a micro o macro escala del tejido social en el cual se desea intervenir, pero a su vez llega a confundirse con la visión paradigmática de las ciencias sociales, al querer develar la raíces de un fenómeno social, en este sentido el objeto de estudio del trabajo social, son los sujetos insertos en su contexto social y sus constantes dinámicas y sinergias en sus tareas cotidianas y cómo generan diferentes posibilidades de fenómenos de índoles, sociales, psicosociales, familiares, socioeconómicos por mencionar algunas de ellas. Vistas desde los cuatro paradigmas de la ciencia: el Epistemológico, el estudio del conocimiento; Axiológico, estudia la naturaleza de los valores y los juicios valorativos; Heurístico, el estudio de los procedimientos para resolver problemas; Ontológico, estudia la particularidad de las objetos “esencia”.



Operatividad: proceso metodológico, curso de adecuación, instrumentos, técnicas.
Referente a este punto en el proceso metodológico del modelo, cabe mencionar que en ellos, la aplicación de los elementos “clásicos de la metodología del trabajo social”, no deben de quedar excluidos del mismo, puesto que a pesar del que los métodos, posen sus propias metodología, pueden combinarse con otros elementos de metodológicos, de otras disciplinas, como la psicología, sociología, antropología, filosofía, etc., puesto que, recordando que la disciplina del trabajo social, comparte teorías con estas disciplinas, no deben de estar exentas del recurso metodológico del trabajo social, ya que desde hace tiempo, dentro del trabajo social, se vienen utilizando, instrumentos de investigación, como cuestionarios, eco mapas, familiogramas, genograma, procedentes de la sociología,  antropología y después adoptadas por la psicología en su vertiente sistémica, dinámicas grupales, de la psicología de grupos, métodos educativos procedentes de la pedagogía, técnicas como la entrevista, y sus derivaciones, técnicas orientativas, educativas y terapéuticas. En este sentido, tendríamos una correlación con las teorías tributarias del trabajo social, los aspectos paradigmáticos en los cuales se interpreta la realidad social, al igual que el proceso de teorización por medio de la investigación o la sistematización, cualquiera que haya sido el caso, este proceso debe de estar en constante evaluación, y re-teorización constante, tomando en cuenta que, a pesar de que el modelo ya pudiera estar estructurado, este podría anquilosarse, puesto que la dinámica de las distintas esferas sociales, están en constante sinergia, y las problemáticas que primeramente se revisaron, pudieron haber cambiado o en su defecto haber empeorado, de aquí la flexibilidad de los modelos para la intervención en las problemáticas sociales, puesto que conforme se presente la necesidad o la problemática social a tratar, el enfoque metodológico puede adaptarse, con respecto a los resultados obtenidos.


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